viernes, 22 de mayo de 2015

Anatomía Tema 2: Huesos del Cráneo: Frontal.

     El cráneo ocupa la parte superior y posterior de la cabeza; es una caja destinada a alojar y proteger la parte más noble del neuroeje: el encéfalo. La caja craneal ofrece, por sus relaciones con el encéfalo, una importancia particular. No hay otra región en el esqueleto que interese en tan alto grado al anatomista, al fisiólogo, al antropólogo y al clínico a la vez.
     El cráneo está esencialmente constituido por ocho huesos, cuatro pares y cuatro impares. Los cuatro impares son el frontal, el occipital, el etmoides y el esfenoides. Los cuatro pares: son los dos parietales y los dos temporales.
     Existen muchas veces, además de los huesos citados, huesecitos supernumerarios, en mayor o menor número y más o menos desarrollados, llamados huesos wormianos.


Hueso frontal o coronal: 


     Es un hueso impar, central y simétrico, situado en la parte más anterior del cráneo (frente). Se localiza delante de los dos parietales y del esfenoides con los que se articula para cerrar, en la parte anterior, la cavidad craneal. Se articula por abajo con el etmoides, los huesos propios de la nariz, los malares, unguis y los maxilares superiores. Gracias a estas últimas conexiones, constituye una parte importante del esqueleto de la cara e interviene en buena parte en la formación de las cavidades orbitarias y nasales.
     Se describe con una porción vertical que forma la frente y una porción horizontal que forma el techo de las órbitas, cavidades óseas donde se alojan los globos oculares. La inserción de ambas porciones da lugar a los rebordes orbitarios o bordes supra orbitarios y por encima se encuentran los arcos super ciliares.
     Se consideran en el, tres caras y tres bordes:
  • Cara Anterior: Exocraneal, convexa y lisa en toda su extensión, presenta en los individuos jóvenes una sutura central que desaparece en el adulto, sutura frontal media o metópica. En la misma línea media e inmediatamente por encima de la raíz de la nariz existe una ligera eminencia, la protuberancia frontal media o glabela. A los lados encontramos dos eminencias redondeadas situadas por debajo de una superficie lisa; son las protuberancias frontales laterales, generalmente más pronunciadas en la mujer que en el hombre; son así mismo mucho más marcadas en el feto que en el niño y en el adolescente que en el adulto. Por debajo de las protuberancias frontales laterales se encuentran los arcos ciliares u orbitarios, que son eminencias transversales y arqueadas que corresponden con las cejas. En la parte más externa e inferior de esta cara se encuentra una pequeña superficie triangular llamada carilla temporal del frontal, separada del resto de la cara anterior por una cresta siempre muy marcada, cresta lateral del frontal.
 
1. Eminencias frontales laterales 2. Arcos ciliares 3. Tuberosidad frontal 4. Arcos orbitarios 5. Espina nasal 6. Vestigios de sutura metópica 7. Cresta lateral del borde frontal 8. Carilla temporal del frontal 9. Eminencia media o glabela.
  • Cara Posterior: Endocraneal, cóncava. Se relaciona en toda su extensión con los lóbulos anteriores del cerebro, se considera la cara cerebral del hueso. Presenta en la linea media estudiándola de arriba hacia abajo un canal o surco vertical que corresponde con el seno longitudinal superior, una cresta frontal que sigue a dicho canal y en la que se inserta la hoz del cerebro; por debajo de la cresta frontal se encuentra el agujero ciego, sustituido algunas veces por una simple escotadura que completa el etmoides y se conoce como escotadura etmoidal. A ambos lados de la línea media se encuentran, en la cara posterior del frontal: 2 excavaciones más o menos grandes que son las fosas frontales, hacia abajo y atrás 2 superficies convexas, las eminencias orbitarias que poseen muchas depresiones (huellas o impresiones digitales) y prominencias.

  • Cara Inferior u orbito-nasal: La cara inferior del frontal corresponde a la órbita, de la cual forma la pared superior y a la región etmoidonasal. Está separada de la cara anterior por los arcos ciliares u orbitarios y por la glabela. Ofrece en su centro una gran escotadura rectangular U abierta hacia atrás, cuyo eje mayor es anteroposterior: la escotadura etmoidal, llamada así porque aloja a la parte superior del etmoides. Delante de esta escotadura se encuentra, a manera de espolón, una larga apófisis llamada espina nasal del frontal. Rugosa por delante para articularse con los huesos propios de la nariz, esta espina ofrece por detrás dos pequeños canales, separados uno el otro por una pequeña cresta cervical que se articula con la lámina perpendicular del etmoides, estos 2 canales forman parte de la bóveda de las fosas nasales. En los bordes de la escotadura etmoidal se encuentran los 2 orificios anchos e irregulares de los senos frontales. Se encuentran también 2 pequeños canales transversales, uno anterior y uno posterior, que reunidos con los canales semejantes situados en la cara superior del etmoides, constituyen 2 conductos que van de la órbita a la cavidad craneal; son los 2 conductos etmoidales u orbitarios. A cada lado de la escotadura etmoidal se encuentran formando la cara inferior del frontal, 2 superficies triangulares, cóncavas y lisas, llamadas fosas orbitarias. Se distingue en ellas: por delante y afuera: la fosita lagrimal donde se aloja la porción principal de la glándula lagrimal y hacia delante y adentro una pequeña depresión poco visible llamada fosita troclear.
  • Borde Anterior u orbito-nasal: Separa la cara anterior de la cara inferior. Presenta en su centro una superficie extremadamente irregular, conocida como escotadura nasal. Esta se articula con los huesos propios de la nariz por la parte central y con la apófisis ascendente del maxilar superior.
  • Borde Superior o parietal: Semicircular dentellado, se articula con los dos parietales.
  • Borde Posterior o esfenoidal: El borde posterior o esfenoidal, dirigido hacia atrás sirve de limite respectivo a la cara posterior (o cerebral) y a la cara inferior (u orbitaria). Interrumpido en su parte media por la escotadura etmoidal, el borde posterior del frontal se articula, en todos sus otros puntos, con las pequeñas alas del esfenoides.